Mi corazón se acelera; mi mente no piensa, no interpreta, no habla, no imagina; me tiemblan las manos; mis rodillas se hacen de papel; los párpados me pesan pero no les permito cerrarse; mi garganta es un desierto, y mis oídos se ensordecen..

Lo único que te pido es que, por favor, no vuelvas a mirarme de esa manera, porque simplemente me pierdo en otra dimensión.

 Pau.-