Esperaría que no te asuste este sitio de sinceridad donde mi corazón vomita su verdad.

viernes, 21 de enero de 2011

Otra vez la misma historia.

Otra vez se repite la misma historia. Otra falla más. Otra más a mi cuerpo. Creí que ya no había lugar pero me equivoqué. Parece ser que sí, parece que entra una y otra, y otra y otra más. Y vamos, dale que a mi me encanta sufrir. 
Cuando creo que todo está bien, que todo está perfecto, algo pasa. Algo siempre tiene que arruinar todo. Acá encaja justo la frase que leí en un libro: "Parece que algo tan perfecto está todo el tiempo a punto de estallar". Y estalla. Y estalló. Y cuando digo algo no me refiero a 'algo mínimo'. Me refiero a que duele. A que necesito que alguien me entienda. Que alguien se ponga en mi lugar y comprenda lo que me pasa. Lo terriblemente mal que me siento. Lo que sufro. Lo mal que me pone saber que me están boludeando. 
Sí, boludeando es la palabra. Un día sí. Al otro no. Un día está todo perfecto. Al otro está todo mal. Un día soy la mejor. Al otro, la peor. Y así puedo seguir dando ejemplos para que se entienda. Pero creo que no es necesario. Creo que entienden lo que pasa.
Prometí no volver a estar mal por esto. No sé si está bien usada la palabra 'prometí', pero la cuestión es que me propuse no volver a sufrir por esto. Me auto-exigí no hacerlo. Me reté a mi misma. Todo el tiempo hago eso, me desafío. Me hago desafíos tales como: "si a las dos y cuarto no llama tal persona, rompo con mi orgullo y la llamo yo". Bueno, no viene al caso eso.. Lo importante es que no pude contenerme. No pude vencer mi propio reto. Mi propio desafío. Es que es más fuerte que yo. No puedo aguantar las ganas de llorar. Las ganas de desaparecer por siempre (por no decir morirme). Las ganas de que todo sea una pesadilla, despertar, y que esté alguien que te abrace y te asegure que todo va a estar bien. Creo que no se puede andar escondiendo los sentimientos por la vida. Aunque finjo estar bien. Aunque finjo una sonrisa. No se puede y en algún momento tenía que explotar. Y hasta acá llegué. 
Tengo la manía de armarme una de Hollywood en mi cabeza. Es increíble, en pocos minutos tengo todo una secuencia de hechos que ni siquiera sé si en verdad pasaron, ni siquiera viví, pero imaginé y creo tener razón en que sí pasaron. Es un gran problema, lleva a imaginarte y ponerte mal por cosas que no sabes si son ciertas. Tendría que aprender a no hacerlo, pero no puedo: es inevitable. Es darte una respuesta. A veces acertada. Muy pocas. La mayoría de las veces no pasa tal cual lo armaste en tu cabeza. Y a veces, por suerte (hablando de mis casos), es totalmente errada. 
Necesito cambiar. Quiero cambiar. No me siento bien conmigo misma. Necesito un cambio. Un 'borrón y cuenta nueva'. Necesito olvidarme de todo lo malo que me pasó y me está pasando. Necesito: "celeste, regalame un sol". Uno solo. Una buena, por favor.
Tal vez nadie lea esto. Tal vez no tenga ningún comentario apoyándome o algo por el estilo. Puede ser que nadie, ni siquiera, entre a mi blog. Ni se percate que hay una nueva entrada. Pero no me preocupa, no sería nada de otro mundo. Estoy acostumbrada a ser 'una más'. Estoy acostumbrada a que se olviden que existo. A que se olviden que respiro. Que siento. Que tengo sentimientos. Que tengo un corazón que se está cayendo a pedazos. Y a que a nadie le importe como esté mi corazón. :)

1 comentario:

Soffi dijo...

Aaaaaaaaaaaaaaaaaa como te amo!, y a mi si me importas mujer!, y sabes que estuve en tu lugar MAS de una vez y te entiendo como nadie. Te amo amiga y a mi me tenes SIEMPRE