Me cansé ya del disfraz, me cansé de ser esclavo de insatisfacción.
Sólo quiero acariciar una canción, y así olvidar lo que perdí por no haber escuchado siempre.
¿A dónde vas cuando los días no tienen colores? ¿A dónde vas, mi corazón?
Me repliego del dolor. Me refugio en mi guarida sin moverme.
Sólo salgo a respirar cuando hace falta, sin apurar ni acelerar, que nada en realidad importa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario