Esperaría que no te asuste este sitio de sinceridad donde mi corazón vomita su verdad.

martes, 15 de mayo de 2012

Algo mejor, algo peor.

Siempre tuve un defecto: no sé decir que no; y pasadas las cuatro mi cara era un error. Entroncada, como una idiota fui, con el moño en la cabeza, buscando calor para poder sobrevivir a la agonía de la noche, a la desdicha de sentirme un mercenario del alcohol y alejarme entre los gritos y los tragos.
Salimos de aquella histeria hacia otro lugar, huyendo de los colmillos de la soledad.
Fue ahí que comprobé que la angustia es prima de la desesperación; y que a veces, tal vez, estar solo es mejor; y que al cielo no se llega nunca de a dos. No existe peor remedio que la enfermedad. Fue ahí que comprobé que siempre puede haber algo mejor. Fue así que comprobé que la angustia es prima de la desolación. Fue ahí que comprobé que siempre puede haber algo peor. Fue así que comprobé que la angustia es prima de la desesperación, y que a veces, tal vez, estar solo es mejor, y que al cielo no se llega nunca de a dos.

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